sábado, 11 de julio de 2009

guerra biologica se acerca

La enfermedad deliberadamente provocada o “guerra biológica” es motivo de preocupación cada vez mayor a medida que nos acercamos al siglo XXI, ya que su prevención es fundamental para la seguridad, la salud y el bienestar de la comunidad mundial. En los términos más simples, la guerra biológica significa exponer la salud de seres humanos, animales y plantas al riesgo de contraer enfermedades deliberadamente provocadas, como resultado de un acto hostil.
En todas las guerras, las enfermedades han causado más víctimas que las propias armas; cada vez es mayor, y se justifica, la preocupación a nivel mundial con respecto a nuevas y emergentes enfermedades [1]. A medida que la población mundial continúa aumentando, se ocupan nuevas extensiones de tierra y se produce un mayor hacinamiento en las zonas pobladas, con lo cual es cada vez mayor la demanda de plantas y animales como fuentes de alimentación. Ello crea más oportunidades para que se propaguen enfermedades nuevas o ya existentes entre seres humanos, animales y plantas, con los correspondientes daños socioeconómicos para los países en cuestión.
Cada vez existe mayor conciencia de la susceptibilidad de los seres humanos, animales y plantas a las enfermedades. Los titulares de las noticias sobre la peste en la India, el mes de septiembre de 1994, y sobre la fiebre de Ébola en Zaire, el mes de abril de 1995, muestran cómo la propagación de enfermedades puede generar alarma y preocupación generalizadas a nivel internacional. Un equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) visitó la India en octubre de 1994 y comunicó que se había producido un brote de peste bubónica en la localidad de Beed, a cierta distancia, hacia el interior, de Bombay, seguido de un brote de peste neumónica en la ciudad de Surat, en la costa, a unos 250 km al norte de Bombay [2]. Con respecto al brote de Ébola, la OMS informó acerca de 93 casos y 86 muertes menos que dos meses después del inicio del brote; era una tendencia similar al primer brote de 1976, del cual murieron 290 personas de las 318 infectadas, lo que equivale a una tasa de mortalidad del 90% [3]. Los animales y las plantas no son menos vulnerables. La ganadería y los cultivos pueden sufrir pérdidas devastadoras. En estos tiempos en que se viaja en avión por el mundo entero, una enfermedad infecciosa que aparece en un determinado país puede con gran facilidad propagarse a países de otros continentes, algunas veces antes de que se reconozcan los síntomas del brote inicial. Los brotes de enfermedades pueden originar, como es lógico, la incomunicación de las zonas y regiones donde se hayan producido.

publicado por : adriana vargas

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