viernes, 4 de septiembre de 2009

el nobel para una maravilla quimica

Hamburgo (dpa) - Su método sirve para la fabricación de goma, antibióticos y perfumes, multiplicidad que parece increíble, pero la verdad es que los científicos distinguidos con el Premio Nobel de Química de este año realmente revolucionaron la química moderna. Los catalizadores de sus laboratorios transforman substancias vegetales y petroleras de tal modo que surgen de allí rápidamente materiales sintéticos o medicamentos ecológicos.
El trabajo del francés Yves Chauvin (74) y los norteamericanos Robert Grubbs (63) y Richard Schrock (60) ha merecido la mayor distinción de este año en Química. Sus catalizadores no son sólo ecológicos sino también eficaces y fáciles de usar, según señalaba hoy la Real Academia Sueca de Ciencias. "Los catalizadores son la clave del juego", declaraba Grubbs hace un par de meses, al recibir en Zurich la medalla Paul Karrer.
Su juego consiste en transferir grupos de átomos de una molécula de petróleo a otra, fabricando cada vez nuevos enlaces. Lo mejor es que los catalizadores de Grubbs, relativamente estables, funcionan incluso con agua y no, como muchos otros, con solventes orgánicos dañinos para el medio ambiente. Más aún, con ellos se puede fabricar a partir de aceites vegetales materiales que hasta ahora sólo se producían con petróleo. Los catalizadores produjeron en la industria una reducción del consumo de energía, de los residuos y de los costes. Entre su enorme catálogo de productos hay también materiales para los automóviles, bates de béisbol relativamente irrompibles y pesticidas para la agricultura.
También la colaboración entre los tres químicos en el desarrollo de los catalizadores fue perfecta. Primero, Chauvin (director honorario del Instituto Francés del Petróleo) explicó en detalle en 1971 el funcionamiento de las reacciones metatésicas y qué tipos de compuestos metálicos se necesitaba como catalíticos en estas reacciones. En la fase siguiente, los investigadores trataron de aplicar esta "receta" para desarrollar, en lo posible, los catalizadores. Richard Schrock (Instituto de Tecnología de California en Pasadena) fue el primero en producir en 1990 un compuesto metaloide como catalizador eficaz y, dos años más tarde, Robert Grubbs (Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge) desarrolló un catalizador tan efectivo que era estable en el aire y que ha encontrado muchas aplicaciones prácticas.
Básicamente se empleó en los catalizadores un metal, en general el rutenio. Este metal gris, quebradizo, uno de los elementos químicos más raros de la tierra, ha sido usado desde decenios para acelerar reacciones químicas. No obstante, Grubbs desarrolló los compuestos de rutenio de modo que fuesen utilizables a la medida en muchas reacciones. Los catalizadores pueden formar anillos a partir de cadenas de carbonos (olefinas), como asimismo reabrir esos anillos para darles diferentes formas. Se pueden asimismo transferir grupos de átomos de una substancia a otra, cosa que en química se llama metatesis o "cambio de lugar".
"La metatesis es un ejemplo de cómo las contribuciones de la investigación básica pueden ser aplicadas en beneficio del hombre, de la sociedad y del medio ambiente", destacaba hoy la academia sueca en Estocolmo. Los catalizadores permiten incluso jugar con substancias enteramente nuevas, tal como Grubbs lo explicaba en Zurich: "No sabemos aún qué propiedades tienen ni para qué sirven, pero son interesantes estructuras". Entre las distinciones que ha recibido Grubbs está la del "Catalizador del año 1998". Lleva el nombre de Benzylidene- bis(tricyclohexylphosphina)dichlororuthenium.

publicado por : karol ozada

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